El branding es una forma de gestión de tu empresa que pone por delante el trato y la imagen y por tanto que requiere atención a los detalles y una comprensión profunda de tu valor como marca. Evitar los siguientes errores te ayudará a construir una marca sólida y auténtica que resuene con tu audiencia y se destaque en el mercado.

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1. Fijar el dinero como objetivo principal

Error: Centrarse únicamente en la búsqueda de beneficios monetarios puede llevar a una falta de propósito y coherencia en tu marca, lo que a su vez puede alienar a tus clientes y afectar negativamente tu reputación.

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Cómo evitarlo: El dinero es una consecuencia de hacer bien las cosas. Si el dinero es tu objetivo es muy complejo entender como conseguirlo, porque todo vale. Sin embargo cuando ponemos un objetivo real y tangible, todo nuestras acciones adquirirán coherencia y servirán para construir nuestra imagen de marca.

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Ejemplo:

No es lo mismo tener como objetivo “alcanzar la cifra de 10 millones”. Que tener como objetivo “abrir un nuevo mercado en Asia e impactar y llegar al 15% de los hombres y mujeres de menos de 40 años”. Si consigues acercarte a tu objetivo la parte económica también, porque es consecuencia del primer objetivo. Y la diferencia es que el segundo todos los miembros involucrados saben que esperas y su experiencia les dice como llegar allí. En la primera todo vale.

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Además cuando tenemos un propósito claro y bien definido, esto nos habla de que nos hace diferenciales. Este propósito no solo le dará sentido y coherencia a tu negocio, sino que también atraerá a un público comprometido que comparta tus valores.

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2. Ignorar tu intuición

Error: Descartar tu intuición puede llevarte a tomar decisiones que no están alineadas con la identidad de tu marca y que pueden alejar a tu audiencia. A menudo se nos olvida que los datos es una foto fija, no nos da información sobre el futuro ni nos da una visión. No hay pasión, ni emociones, es fría.

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Cómo evitarlo: Si tu intuición y tu propósito de marca están alineados tiene un gran porcentaje para ser una idea exitosa. La intuición cuando responde a nuestro propósito y tiene interiorizada los valores de marca, el contexto puede ser una herramienta muy útil. Siempre hay tiempo de que los datos nos den esa seguridad que siempre queremos. Si algo no se siente adecuado para tu marca, confía en ese instinto y reevalúa tu enfoque. Mínimo no da una nueva perspectiva que nos enriquece.

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3. Compararse constantemente con la competencia

Error: Mirar constantemente a tus competidores puede desviarte de tu propio camino y limitar tu capacidad de innovar y diferenciarte en el mercado. Si vamos en coche y seguimos a otro coche acabaremos en otro objetivo que no es el nuestro. Vamos sin rumbo. Es importante saber que hacen los demás, pero no obsesionarnos. Añadir que además sacar consecuencias económicas de acciones concretas aislándolas de los valores, la relación con sus consumidores, el mercado en el que se desarrolla, sólo es una idea probeta que no tiene porque dar los mismo resultados en un entorno totalmente diferente.

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Cómo evitarlo: En lugar de enfocarte en lo que hacen tus competidores, mantén tu atención en tu propio propósito y visión. Esto te permitirá trazar un camino único y auténtico para tu marca. Cuando tenemos un propósito y un objetivo, tenemos una visión de como llegar a ese objetivo. Esto es como un GPS que nos dice cuando girar y por donde tirar. Vemos el camino fácil y muy intuitivo. Con nuestro propósito todos nuestros empleados sabrán hacia donde tienen que ir, que se espera de ellos y toda idea que presenten habrán hecho antes el filtro de si realmente está alineado con los objetivos de la empresa.

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4. Falta de coherencia con tus valores

Error: Adoptar estrategias o acciones que no están alineadas con los valores de tu marca puede dar la impresión de una marca incoherente que nos puede llevar a la confusión y la desconfianza entre tus clientes. La confianza y la lealtad tardan en construirse durante años y basta un error para echar por tierra todo esos años. 

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Cómo evitarlo: Esto responde al propósito, cuando todos los miembros de una empresa entienden el valor diferencial y el objetivo que quieres conseguir, los valores de la empresa no serán palabras que recordar, sino un estilo de vida que compartir.

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Antes de generar contenido, siempre es recomendable asegúrate de que todas las acciones y decisiones de tu marca reflejen fielmente tus valores fundamentales. Esto garantizará una mayor coherencia y autenticidad en todas tus interacciones con los clientes.

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5. Complicar demasiado tu mensaje

Error: Es muy habitual querer comunicar varias ideas en una misma publicidad. Debido al alto coste que este tiene, queremos exprimir al máximo el retorno de esa inversión. Y esto va en contra radicalmente de la eficacia. Sucede lo mismo con un concepto demasiado complicados que puede hacer que tu mensaje se pierda en la confusión y no resuene con tu audiencia.

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Cómo evitarlo: La sencillez debe ser más que una constante, un mantra. Una forma que nos puede ayudar a entender esto, es visualizar ese mensaje adaptado al sin fin de soportes en el que saldrá. En algunos de ellos es un impacto que dura décimas de segundo. Como puede ser una marquesina, mientras vamos en coche. La diferencia entre que el mensaje cale e incluso guste y no es cuestión de sencillez y coherencia. Simplifica tu mensaje y mantenlo claro y conciso para que pueda ser coherente. Mantén el enfoque en lo que realmente importa para tu marca y comunica ese mensaje de manera clara y directa.

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6. No anticipar la necesidad de adaptación

Error: No prever la necesidad de adaptar tu estrategia de branding a medida que tu negocio evoluciona puede limitar tu capacidad de mantener la relevancia en el mercado.

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Cómo evitarlo: Las marcas crecen, se expanden, tienen nuevos retos, surgen complicaciones, saber mantenerse ágil y flexible es todo un reto. Mantener tu enfoque y anticipa la necesidad de adaptarte a medida que las circunstancias cambien. Esto te permitirá mantener la relevancia y el impacto de tu marca a lo largo del tiempo. Siempre preguntándonos desde donde lo hacemos y para que hacemos las cosas. 

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Estos son algunos de los errores más comunes que te pueden ayudar a construir una marca sólida y auténtica que resuene con tu audiencia y se destaque en un mercado competitivo. 

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